Semana Santa en Santa Rosalía, el fervor de un pueblo centenario
Continua en la historia
Desliza a la izquierda para continuar
Podría ser paradójico que la comunidad de los yoreme-yaqui de la ciudad organice la celebración anual de Semana Santa; pero esto adquiere sentido si recordamos la evangelización que llevaron a cabo las misiones jesuitas entre las etnias originarias de la región, en los siglos XVII al XIX.
Esta es la historia de una tradición única en México.
Es un hecho que las fiestas de la Semana Mayor en Santa Rosalía representan la pasión de Cristo de una forma tan excepcional, que visitantes de todas partes del mundo acuden a la ciudad para atestiguarla.
Además, estas celebraciones han contribuido de manera importante en la conformación de la identidad, no solo de los cachanías, sino de los sudcalifornianos. Prueba de ello es que desde 2009, la festividad es Patrimonio Cultural Intangible del estado.
Pero ¿qué la hace tan especial? Te contamos.
Cuenta la historia que todo inició cuando los jesuitas llegaron al noroeste del país, en especial a Sonora, donde establecieron, entre 1605 y 1614, misiones entre las comunidades de yaquis y yoremes para convertirlos al catolicismo.
No obstante, para lograr su cometido, los padres tuvieron que permitir la fusión de elementos cristianos con rituales de estos pueblos originarios. A esto se le conoce como sincretismo religioso.
Casi dos siglos después, cuando se estableció en Santa Rosalía la Compañía El Boleo, ésta tuvo la necesidad de contratar más personal para cubrir la demanda de extracción de cobre; por lo que se corrió la voz al otro lado del golfo de California, entre los yaquis y yoremes sonorenses.
A su arribo, estas comunidades solo pusieron una condición para trabajar en la mina: que se les respetaran sus tradiciones. Aquí es pertinente señalar que la voz yoreme significa el pueblo que respeta la tradición.
Tras el acuerdo, se asentaron en el campamento minero conocido como Providencia y desde 1890, han celebrado su tradicional fiesta de Semana Santa ininterrumpidamente por 133 años, honrando el significado de su nombre.
¡Que inicie la fiesta!
La celebración de la Semana Mayor en Santa Rosalía inicia el Domingo de Ramos con la marcha de los fariseos. Estos personajes recorren las calles de la ciudad divididos en dos grupos y cada uno es comandado por un diablo; también los acompañan matachines, venados y pascolas.
Igualmente, los fariseos son considerados la cara de la festividad pues llevan atuendos ancestrales y portan temibles máscaras representando el mal; de ahí que como Judas Iscariote, pidan monedas en sus recorridos callejeros.
Aquellos que participan como fariseos, cumplen con una manda de arrepentimiento o agradecimiento y deben elaborar con sus propias manos su máscara y su traje.
Cinco días de festividades
La celebración continúa en el llamado Miércoles de tinieblas, cuando se representa la aprehensión de Jesucristo en la ramada, sitio sagrado de la comunidad yaqui-yoreme.
Seguidamente, los fariseos invaden una vez más las calles de la ciudad el jueves, realizando procesiones con rezadoras y fieles.
Luego, el viernes se conmemora la Crucifixión de Cristo y después del mediodía, los fariseos se despojan de sus máscaras y se arrodillan, para pedir perdón a Cristo por haberlo agraviado.
El Sábado de Gloria los fariseos se reúnen de nueva cuenta en la ramada y queman sus máscaras. También, esa noche hay danzas del Venado, pascolas y matachines para celebrar el renacer de Jesús.
Finalmente, el Domingo de Resurrección todos acompañan al Santo Cristo a la iglesia de Santa Bárbara donde las celebraciones concluyen con una misa.
Te invitamos a vivir la tradicional fiesta de Semana Santa en tu próxima visita a Santa Rosalía. ¡Será una experiencia imborrable!
